jueves, 24 de julio de 2008

Me muero porque no soy mujer

Soy ciudadano español, de sexo masculino y de 43 años de edad.

Hace un año noté un bulto en mi pecho derecho, era algo parecido a esos abultamientos que aparecen en la preadolescencia, pero yo había dejado atrás esa etapa hace muchos años. Fui a la consulta del médico y la doctora, tras examinarme, me dijo que sería un cúmulo de grasa sin importancia y que él solo se reabsorbería.

Me tranquilizó su diagnóstico y no volví a prestarle demasiada atención.

Hace tres meses el bulto del pecho empezó a dolerme y decidí volver a consultar con un profesional. Otra doctora me examinó y al ver el tiempo transcurrido desde mi primera consulta me prescribe una ecografía mamaria urgente.

No voy a narrar el resto del proceso, pero sí la conclusión: padezco un cáncer de mama inoperable que se presenta con metástasis en los pulmones.

Si yo hubiera sido una mujer en la primera consulta me habrían hecho la ecografía mamaria y, tal vez, tendría hoy alguna posibilidad.

¿O no?

El texto anterior es ficción sólo en el diagnóstico final: no tengo cáncer... pero existía esa posibilidad y, después de informarme, creo que los hombres debemos ser conscientes de la existencia de esta patología y los profesionales sanitarios deberían tomarse más en serio esta posibilidad. Muchos hombres mueren por cáncer de mama porque no creen que puedan tener esta enfermedad y suele detectarse en una fase ya muy avanzada.

jueves, 22 de mayo de 2008

Cómo uno puede ayudarse a si mismo cuando está deprimido

Texto del The National Institute of Mental Health (NIMH) is part of the National Institutes of Health (NIH), a component of the U.S. Department of Health and Human Services.

Los trastornos depresivos hacen que uno se sienta exhausto, inútil, desesperanzado y desamparado. Esas maneras negativas de pensar y sentirse hacen que las personas quieran darse por vencidas.


Es importante ser consciente de que las maneras negativas de ver las cosas son parte de la depresión. Estas son distorsiones que, por lo general, no se basan en circunstancias reales. Los pensamientos negativos desaparecen cuando el tratamiento empieza a hacer efecto. Mientras tanto:



Fíjese metas realistas, tomando en cuenta la depresión, y no trate de asumir una cantidad excesiva de responsabilidades.

Divida las metas en partes pequeñas, establezca prioridades y haga lo que pueda cuando pueda.

Trate de estar acompañado y de confiar en alguna persona; siempre es mejor que estar solo y no hablar con nadie.

Tome parte en actividades que le ayuden a sentirse mejor.

Haga ejercicio liviano, vaya al cine, vaya a un juego deportivo, o participe en actividades recreativas, religiosas, sociales o de otro tipo. Todo eso puede ayudar.

No espere que su estado de ánimo mejore de inmediato, sino gradualmente. Sentirse mejor toma tiempo.
Es aconsejable que posponga las decisiones importantes hasta que la depresión mejore. Antes de hacer cambios importantes, como cambiar de trabajo, casarse o divorciarse, consulte con personas que lo conozcan bien y tengan una visión más objetiva de su situación.
La gente rara vez sale de una depresión de un día para el otro. Pero se puede sentir un poco mejor cada día.
Recuerde, patrones positivos de pensamiento eventualmente van a reemplazar los pensamientos negativos que son parte de la depresión. Los patrones negativos van a desaparecer tan pronto su depresión responda al tratamiento. Recuerde, tan pronto su depresión responda al tratamiento, los pensamientos negativos van a ser reemplazadas por pensamientos positivos.

Deje que sus familiares y amigos le ayuden.

Cómo pueden los familiares y amigos ayudar a la persona deprimida
Lo más importante que alguien puede hacer por la persona deprimida es ayudarle a que reciba el diagnóstico y tratamiento adecuados. Esto tal vez implique que tenga que aconsejar al paciente para que no deje el tratamiento antes de que los síntomas puedan empezar a aliviarse (varias semanas). Tal vez implique ayudarle a obtener un tratamiento diferente, si no se observa ninguna mejoría con el primer tratamiento. En ocasiones puede requerir que el familiar o amigo haga una cita y acompañe a la persona deprimida al médico. A veces es necesario asegurarse que la persona deprimida esté tomando el medicamento. A la persona deprimida se le debe recordar que obedezca las órdenes médicas con respecto a beber bebidas alcohólicas mientras está medicado. Otra cosa muy importante es dar apoyo emocional. Esto implica comprensión, paciencia, afecto y estímulo. Busque la forma de conversar con la persona deprimida y escucharla con atención. No minimice los sentimientos que el paciente expresa pero señale la realidad y ofrezca esperanza. No ignore comentarios o alusiones al suicidio. Informe al terapeuta si la persona deprimida hace comentarios sobre la muerte o el suicidio. Invite a la persona deprimida a caminar, pasear, ir al cine y a otras actividades. Persista con delicadeza si su invitación es rechazada. Fomente la participación del paciente en actividades que antes le daban placer, como pasatiempos, deportes, actividades religiosas o culturales, pero no fuerce a la persona deprimida a hacer demasiadas cosas demasiado pronto. La persona deprimida necesita diversión y compañía, pero demasiadas exigencias pueden aumentar su sentimientos de fracaso.
No acuse a la persona deprimida de simular enfermedad o ser perezoso, ni espere que salga de esa situación de un día para el otro. Con tratamiento, la mayoría de las personas mejora. Tenga eso presente y continúe repitiéndole a la persona deprimida que con tiempo y ayuda va a sentirse mejor.

lunes, 19 de mayo de 2008

El diario "El País" publica una noticia hoy que titula de la siguiente manera:

El aborto hace caer el síndrome de Down
El número de nacidos con la anomalía se reduce un 30%

Un escalofrío recorre mi cuerpo. Una sensación de terror se aposente en mi pecho. Vuelvo a leer el titular y casi se me aflojan los esfínteres. ¡Con qué naturalidad se habla en el siglo XXI del exterminio eugenésico!


Hitler, en la concentración del partido nacionalsocialista de Nuremberg de 1929, ya afirmó que «como consecuencia de nuestro humanitarismo sentimental moderno, intentamos mantener a los débiles a expensas de los sanos». Hitler no llegó a impulsar políticas favorables a la eutanasia hasta el último período de su gobierno, una vez iniciada la contienda mundial. Pensaba que la sociedad alemana «todavía» no estaba preparada. Pero en 1939, cuando la voluntad del Führer era ya irresistible, expresó al dirigente de los Médicos del Reich «que era justo que se erradicasen las vidas indignas de pacientes mentales graves» (Michael Burleigh, El Tercer Reich). Y a partir de ese año la Cancillería del Führer empezó a autorizar a médicos la práctica de «homicidios compasivos», empezando con los casos de niños nacidos con malformaciones y enfermedades congénitas, tales como síndrome de Down, micro e hidrocefalias, parálisis espásticas y enfermedades mentales graves, alegándose como pretexto las súplicas de padres angustiados. La justificación de la práctica de la eutanasia era presentada por los nazis, sobre todo al comienzo de su implantación, como una respuesta a las demandas de los propios ciudadanos.
¿Alguien sigue despierto ahí fuera?

¿Hay alguien ahí?


jueves, 15 de mayo de 2008

Hoy tengo el día tonto
¿me la machaco con dos piedras?


Hoy ha sido uno de esos días en los que no debería haber saltado de la cama.
La estupidez ajena me resulta insoportable y soy muy consciente de la propia, pero no me sirve de consuelo, ni de excusa.
La necesidad de reaccionar violentamente me asalta cada vez con más frecuencia.
¿Por qué debemos reprimir tan natural tendencia? ¿debemos acabar machacándonosla con dos piedras?

La foto no es mía: http://www.bmezine.com

miércoles, 14 de mayo de 2008


¿La fealdad reina en este mundo?
El lienzo Benefits Supervisor Sleeping (1995), del británico Lucian Freud, se ha vendido por 33,6 millones de dólares (tiene cojones) en la sede neoyorquina de Christie's, con lo que estableció un récord mundial en subasta para una obra de un artista vivo.

Esta puta mierda, considerada como la pintura más importante de Freud (no confundir con el padre del psicoanálisis), muestra a una voluminosa mujer desnuda durmiendo en un sofá y toma como modelo a Sue Tilley, una supervisora de subsidios sociales de Londres que posó para el artista en diferentes ocasiones.

Aquellos que lo consideran una obra de arte supongo que será un grupo de desocupados y desocupadas que tienen el gusto en el culo. O tal vez este gremio de expertos sea un club de pervertidos, lesbianas y maricones empeñados en joder el buen gusto, eso sí, con mucha pasta y "glamour".

Lo feo está de moda en casa del rico. ¿Será este cuadro un reflejo de nuestro espíritu?
El Ministerio de Industria premia el blog de una “inmigrante” que incluye un solo post y 26 visitas en total

“¿Cómo la tecnología cambió tu vida?”. Esta es la pregunta del concurso organizado por Red.es dirigido a páginas con el dominio ‘.es’ y convocado con motivo del Día de Internet. En una de las modalidades ha sido premiado un portal de reciente creación.

Las categorías a las que se podía concursar eran las siguientes: mayores, inmigrantes y discapacitados. Pues bien. La web premiada en el apartado de “inmigrantes” ha sido la de María Carolina Sánchez (acceda aquí a esa página).
Lo sorprendente del caso es que este martes, a las doce del mediodía, esa web llevaba contabilizadas 26 visitas en total. Además, a través de un enlace, se podía acceder al blog de la persona premiada que, curiosamente, sólo tenía un post colgado, con fecha 12 de mayo de 2008. Vea debajo dos capturas que confirman lo dicho.
La premiada confirma en ese post que llegó a España desde Chabás, Argentina, y para explicar cómo la tecnología ha cambiado su vida, ofrece ahí las siguientes pistas:
--La tecnología me da la posibilidad de hacer videos conferencias, enviar email a las personas que quiero, mirar televisión para estar al día de lo que sucede en la región, me informo cuando necesito saber de alguna actividad u otro tipo de acontecimientos en los colegios de mis hijos, realizar tramitaciones online, guiarme con el callejero para encontrar un lugar donde ir, fijarme en los horarios de transportes urbanos, hacer transferencias bancarias, realizar una simple tarjeta de felicitaciones para enviar, hasta ver la biografía de personajes importantes, mostrar mi video de casamiento, exponer las últimas fotos, participar en concursos, crear un blog y mucho, mucho más…
¿El premio iba dotado de alguna cuantía económica? ¿cuál es la identidad de los miembros del jurado? ¿que aspectos han valorado de esta página web?




martes, 13 de mayo de 2008

El ¿monstruo? austríaco confiesa haber pegado y violado repetidas veces a su hija, con la que tuvo siete hijos...

Toda la prensa nos ha machacado con la espeluznante historia de Josef Fritzl.

Poco a poco se van conociendo más datos sobre el espeluznante secuestro en la ciudad austríaca de Amstetten de un padre a su propia hija, a la que violó repetidamente y con la que tuvo siete hijos, uno de los cuales murió poco después de nacer. Josef Fritzl, de 73 años, ha confesado finalmente ante la policía varios de los hechos que se le imputan.

El caso salió a la luz cuando la hija mayor, de 19 años, que estaba en cautiverio, tuvo que ser hospitalizada por sufrir una grave enfermedad, que los médicos atribuyen a una degeneración genética típica en un incesto.


Tras ser internada en un hospital local esta joven, Fritzl liberó a los otros dos hijos que todavía permanecían encerrados y le explicó a su mujer que Elisabeth, la hija desaparecida, había vuelto finalmente y que esos hijos eran producto de sus relaciones mantenidas en una secta.


¿Es un monstruo?

Yo, personalmente, creo que no.

Me explico. Un monstruo es una "producción contra el orden regular de la naturaleza" y JF no es más que un ser humano demasiado humano. La historia de la humanidad ha dado "monstruos" muy famosos que han causado sufrimientos indescriptibles a países y generaciones enteras, Hitler, Stalin, los jemeres rojos... y todos ellos han pasado a la historia.

JF lo ha hecho "en casa". Es un humilde aficionado al bricolage.

¿Cuántos seres como JF pasearán por nuestras calles? ¿cuántos de ellos serán nuestros vecinos o amigos?

¿Cuántos estáis leyendo esta línea de texto?


lunes, 12 de mayo de 2008

Stephen Hawking


¿Juega Dios a los Dados?

Artículo original en inglés
Traductores : José Luis Acuña / Ariadna Martínez

"O sea que Dios juega a los dados con el universo. Toda la evidencia lo señala como un jugador empedernido, que tira los dados siempre que tiene ocasión."

Esta conferencia versa sobre si podemos predecir el futuro o bien éste es arbitrario y aleatorio. En la antigüedad, el mundo debía de haber parecido bastante arbitrario. Desastres como las inundaciones o las enfermedades debían de haber parecido producirse sin aviso o razón aparente. La gente primitiva atribuía esos fenómenos naturales a un panteón de dioses y diosas que se comportaban de una forma caprichosa e impulsiva. No había forma de predecir lo que harían, y la única esperanza era ganarse su favor mediante regalos o conductas. Mucha gente todavía suscribe parcialmente esta creencia, y tratan de firmar un pacto con la fortuna. Se ofrecen para hacer ciertas cosas a cambio de un sobresaliente en una asignatura, o de aprobar el examen de conducir.

Sin embargo, la gente se debió de dar cuenta gradualmente de ciertas regularidades en el comportamiento de la naturaleza. Estas regularidades eran más obvias en el movimiento de los cuerpos celestes a través del firmamento. Por eso la Astronomía fue la primera ciencia en desarrollarse. Fue puesta sobre una firme base matemática por Newton hace más de 300 años, y todavía usamos su teoría de la gravedad para predecir el movimiento de casi todos los cuerpos celestes. Siguiendo el ejemplo de la Astronomía, se encontró que otros fenómenos naturales también obedecían leyes científicas definidas. Esto llevó a la idea del determinismo científico, que parece haber sido expresada públicamente por primera vez por el científico francés Laplace. Me pareció que me gustaría citar literalmente las palabras de Laplace. y le pedí a un amigo que me las buscara. Por supuesto que están en francés, aunque no esperaba que la audiencia tuviera ningún problema con esto. El problema es que Laplace, como Prewst [N. del T.: Hawking probablemente se refiere a Proust], escribía frases de una longitud y complejidad exageradas. Por eso he decidido parafrasear la cita. En efecto, lo que él dijo era que, si en un instante determinado conociéramos las posiciones y velocidades de todas las partículas en el Universo, podríamos calcular su comportamiento en cualquier otro momento del pasado o del futuro. Hay una historia probablemente apócrifa según la cual Napoleón le preguntó a Laplace sobre el lugar de Dios en este sistema, a lo que él replicó "Caballero, yo no he necesitado esa hipótesis". No creo que Laplace estuviera reclamando que Dios no existe. Es simplemente que El no interviene para romper las leyes de la Ciencia. Esa debe ser la postura de todo científico. Una ley científica no lo es si solo se cumple cuando algún ser sobrenatural lo permite y no interviene.

La idea de que el estado del universo en un instante dado determina el estado en cualquier otro momento ha sido uno de los dogmas centrales de la ciencia desde los tiempos de Laplace. Eso implica que podemos predecir el futuro, al menos en principio. Sin embargo, en la práctica nuestra capacidad para predecir el futuro está severamente limitada por la complejidad de las ecuaciones, y por el hecho de que a menudo exhiben una propiedad denominada caos. Como sabrán bien todos los que han visto Parque Jurásico, esto significa que una pequeña perturbación en un lugar puede producir un gran cambio en otro. Una mariposa que bate sus alas puede hacer que llueva en Central Park, Nueva York. El problema es que eso no se puede repetir. La siguiente vez que una mariposa bata sus alas, una multitud de otras cosas serán diferentes, lo que también tendrá influencia sobre la meteorología. Por eso las predicciones meteorológicas son tan poco fiables.

A pesar de estas dificultades prácticas, el determinismo científico permaneció como dogma durante el siglo 19. Sin embargo, en el siglo 20 ha habido dos desarrollos que muestran que la visión de Laplace sobre una predicción completa del futuro no puede ser llevada a cabo. El primero de esos desarrollos es lo que se denomina mecánica cuántica. Fue propuesta por primera vez en 1900, por el físico alemán Max Planck, como hipótesis ad hoc para resolver una paradoja destacada. De acuerdo con las ideas clásicas del siglo 19, que se remontan a los tiempos de Laplace, un cuerpo caliente, como una pieza de metal al rojo, debería emitir radiación. Perdería energía en forma de ondas de radio, infrarrojos, luz visible, ultravioleta, rayos x, y rayos gamma, todos a la misma tasa. Esto no sólo significaría que todos moriríamos de cáncer de piel, sino que además todo en el universo estaría a la misma temperatura, lo que claramente no es así. Sin embargo, Planck mostró que se puede evitar este desastre si se abandonara la idea de que la cantidad de radiación puede tener cualquier valor, y se dijera en su lugar que la radiación llega únicamente en paquetes o cuantos de un cierto tamaño. Es un poco como decir que en el supermercado no se puede comprar azúcar a granel, sino sólo en bolsas de un kilo. La energía en los paquetes o cuantos es mayor para los rayos x y ultravioleta, que para la luz infrarroja o visible. Esto significa que a menos que un cuerpo esté muy caliente, como el Sol, no tendrá suficiente energía para producir ni siquiera un único cuanto de rayos x o ultravioleta. Por eso no nos quemamos por insolación con una taza de café.

Para Planck los cuantos no eran más que un truco matemático que no tenía una realidad física, lo que quiera que eso signifique. Sin embargo, los físicos empezaron a encontrar otro comportamiento, que sólo podía ser explicado en términos de cantidades con valores discretos o cuantizados, más que variables continuas. Por ejemplo, se encontró que las partículas elementales se comportaban más bien como pequeñas peonzas girando sobre un eje. Pero la cantidad de giro no podía tener cualquier valor. Tenía que ser algún múltiplo de una unidad básica. Debido a que esa unidad es muy pequeña, uno no se da cuenta de que una peonza normal decelera mediante una rápida secuencia de pequeños pasos, más que mediante un proceso continuo. Pero para peonzas tan pequeñas como los átomos, la naturaleza discreta del giro es muy importante.

Pasó algún tiempo antes de que la gente se diera cuenta de las implicaciones que tenía este comportamiento cuántico para el determinismo. No sería hasta 1926, cuando Werner Heisenberg, otro físico alemán, indicó que no podrías medir exactamente la posición y la velocidad de una partícula a la vez. Para ver dónde está una partícula hay que iluminarla. Pero de acuerdo con el trabajo de Planck, uno no puede usar una cantidad de luz arbitrariamente pequeña. Uno tiene que usar al menos un cuanto. Esto perturbará la partícula, y cambiará su velocidad de una forma que no puede ser predicha. Para medir la posición de la partícula con exactitud, deberás usar luz de una longitud de onda muy corta, como la ultravioleta, rayos x o rayos gamma. Pero nuevamente, por el trabajo de Planck, los cuantos de esas formas de luz tienen energías más altas que las de la luz visible. Por eso perturbarán aún más la velocidad de la partícula. Es un callejón sin salida: cuanto más exactamente quieres medir la posición de la partícula, con menos exactitud puedes conocer la velocidad, y viceversa. Esto queda resumido en el Principio de Incertidumbre formulado por Heisenberg; la incertidumbre en la posición de una partícula, multiplicada por la incertidumbre en su velocidad, es siempre mayor que una cantidad llamada la constante de Planck, dividida por la masa de la partícula.

La visión de Laplace del determinismo científico implicaba conocer las posiciones y velocidades de las partículas en el universo en un instante dado del tiempo. Por lo tanto, fue seriamente socavado por el Principio de Incertidumbre de Heisenberg. ¿Cómo puede uno predecir el futuro, cuando uno no puede medir exactamente las posiciones ni las velocidades de las partículas en el instante actual? No importa lo potente que sea el ordenador de que dispongas, si lo alimentas con datos deplorables, obtendrás predicciones deplorables.

Einstein estaba muy descontento por esta aparente aleatoriedad en la naturaleza. Su opinión se resumía en su famosa frase 'Dios no juega a los dados'. Parecía que había presentido que la incertidumbre era sólo provisional, y que existía una realidad subyacente en la que las partículas tendrían posiciones y velocidades bien definidas y se comportarían de acuerdo con leyes deterministas, en consonancia con Laplace. Esta realidad podría ser conocida por Dios, pero la naturaleza cuántica de la luz nos impediría verla, excepto tenuemente a través de un cristal.

La visión de Einstein era lo que ahora se llamaría una teoría de variable oculta. Las teorías de variable oculta podrían parecer ser la forma más obvia de incorporar el Principio de Incertidumbre en la física. Forman la base de la imagen mental del universo, sostenida por muchos científicos, y prácticamente por todos los filósofos de la ciencia. Pero esas teorías de variable oculta están equivocadas. El físico británico John Bell, que murió recientemente, ideó una comprobación experimental que distinguiría teorías de variable oculta. Cuando el experimento se llevaba a cabo cuidadosamente, los resultados eran inconsistentes con las variables ocultas. Por lo tanto parece que incluso Dios está limitado por el Principio de Incertidumbre y no puede conocer la posición y la velocidad de una partícula al mismo tiempo. O sea que Dios juega a los dados con el universo. Toda la evidencia lo señala como un jugador empedernido, que tira los dados siempre que tiene ocasión.

Otros científicos estaban mucho más dispuestos que Einstein a modificar la visión clásica del determinismo del siglo 19. Una nueva teoría, denominada la mecánica cuántica, fue propuesta por Heisenberg, el austríaco Erwin Schroedinger, y el físico británico Paul Dirac. Dirac fue mi penúltimo predecesor en la cátedra Lucasiana de Cambridge. Aunque la mecánica cuántica ha estado entre nosotros durante cerca de 70 años, todavía no es generalmente entendida o apreciada, incluso por aquellos que la usan para hacer cálculos. Sin embargo, debería preocuparnos a todos, puesto que es una imagen completamente diferente del universo físico y de la misma realidad. En la mecánica cuántica, las partículas no tienen posiciones ni velocidades bien definidas. En su lugar, son representadas por lo que se llama una función de onda. Esta es un número en cada punto del espacio. El tamaño de la función de onda indica la probabilidad de que la partícula sea encontrada en esa posición. La tasa con la que la función de onda cambia de punto a punto, proporciona la velocidad de la partícula. Uno puede tener una función de onda con un gran pico en una región muy pequeña. Esto significará que la incertidumbre en la posición es muy pequeña. Pero la función de onda variará muy rápidamente cerca del pico, hacia arriba en un lado, hacia abajo en el otro. Por lo tanto la incertidumbre en la velocidad será grande. De la misma manera, uno puede tener funciones de onda en las que la incertidumbre en la velocidad es pequeña, pero la incertidumbre en la posición es grande.

La función de onda contiene todo lo que uno puede saber de la partícula, tanto su posición como su velocidad. Si sabes la función de onda en un momento dado, entonces sus valores en otros momentos son determinados por lo que se llama la ecuación de Schroedinger. Por lo tanto uno tiene aún un cierto determinismo, pero no del tipo que Laplace imaginaba. En lugar de ser capaces de predecir las posiciones y las velocidades de las partículas, todo lo que podemos predecir es la función de onda. Esto significa que podemos predecir sólo la mitad de lo que podríamos de acuerdo con la visión clásica del siglo 19.

Aunque la mecánica cuántica lleva a la incertidumbre cuando tratamos de predecir la posición y la velocidad a un mismo tiempo, todavía nos permite predecir con certidumbre una combinación de posición y velocidad. Sin embargo, incluso este grado de certidumbre parece estar amenazado por desarrollos más recientes. El problema surge porque la gravedad puede torcer el espacio-tiempo tanto que puede haber regiones que no observamos.

Curiosamente, el mismo Laplace escribió un artículo en 1799 sobre cómo algunas estrellas pueden tener un campo gravitatorio tan fuerte que la luz no podría escapar, siendo por tanto arrastrada de vuelta a la estrella. Incluso calculó que una estrella de la misma densidad que el Sol, pero doscientas cincuenta veces más pequeña, tendría esta propiedad. Pero aunque Laplace podría no haberse dado cuenta, la misma idea había sido propuesta 16 años antes por un hombre de Cambridge, John Mitchell, en un artículo en Phylosophical Transactions of the Royal Society. Tanto Mitchel como Laplace concebían a la luz como formada por partículas, más bien como bolas de cañón, que podían ser deceleradas por la gravedad, y hechas caer de vuelta a la estrella. Pero un famoso experimento llevado a cabo por dos americanos, Michelson y Morley, en 1887, mostraron que la luz siempre viajaba a una velocidad de ciento ochenta y seis mil millas por segundo, no importa de dónde viniera. Cómo podía entonces la gravedad decelerarla, y hacerla caer de nuevo.

De acuerdo con las ideas sobre el espacio y el tiempo vigentes en aquel momento esto era imposible. Sin embargo, en 1915 Einstein presentó al mundo su revolucionaria Teoría General de la Relatividad en la cual espacio y tiempo dejaban de ser entidades separadas e independientes. Por el contrario, eran meramente diferentes direcciones de una única noción llamada espacio-tiempo. Esta noción espacio-tiempo no era uniforme sino deformada y curvada debido a su energía inherente. Para que se entienda mejor, imagínese que colocamos un peso (que hará las veces de estrella) sobre una lámina de goma. El peso (estrella) formará una depresión en la goma curvándose la zona alrededor del mismo en contraposición a la planicie anterior. Si hacemos rodar canicas sobre la lámina de goma, sus rastros serán espirales más que líneas rectas. En 1919, una expedición británica en el Oeste de África observaba la luz de estrellas lejanas que cruzaba cerca del sol durante un eclipse. Descubrieron que las imágenes de las estrellas variaban ligeramente de sus posiciones habituales; esto revelaba que las trayectorias de la luz de las estrellas habían sido curvadas por el influjo del espacio-tiempo que rodea al sol. La Relatividad General había sido confirmada.

Imagínese ahora que colocamos pesos sobre la lámina de goma cada vez más cuantiosos y de manera más intensiva. Hundirán la plancha cada vez más. Con el tiempo, alcanzado el peso y la masa crítica se hará un agujero en la lámina por el que podrán caer las partículas pero del que no podrá salir nada.

Según la Teoría General de la Relatividad lo que sucede con el espacio-tiempo es bastante similar. Cuanto más ingente y más densa sea una estrella, tanto más se curvará y distorsionará el espacio-tiempo alrededor de la misma. Si una estrella inmensa que ha consumido ya su energía nuclear se enfría encogiéndose por debajo de su masa crítica, formará literalmente un agujero sin fondo en el espacio-tiempo por el que no puede pasar la luz. El físico americano John Wheeler llamó a estos objetos “agujeros negros” siendo el primero en destacar su importancia y los enigmas que encierran. El término se hizo popular rápidamente. Para los americanos sugería algo oscuro y misterioso mientras que para los británicos existía además la amplia difusión del Agujero Negro de Calcuta. Sin embargo los franceses, muy franceses ellos, percibieron algo indecente en el vocablo. Durante años se resistieron a utilizar el término, demasiado negro, arguyendo que era obsceno; pero era parecido a intentar luchar contra préstamos lingüísticos como “le weekend” y otras mezcolanzas del “franglés”. Al final tuvieron que claudicar. ¿Quién puede resistirse a una expresión así de conquistadora?

Ahora tenemos evidencias de la existencia de agujeros negros en diferentes tipos de entidades, desde sistemas de estrellas binarios al centro de las galaxias. Por lo tanto, la existencia de agujeros negros está ampliamente aceptada hoy en día. Con todo y al margen de su potencial para la ciencia ficción, ¿cuál sería su relevancia para el determinismo? La respuesta reside en una pegatina de parachoques que tenía en la puerta de mi despacho: “los agujeros negros son invisibles”. No sólo ocurre que las partículas y los astronautas desafortunados que caen en un agujero negro no vuelven nunca, sino que la información que estos portan se pierde para siempre, al menos en nuestra demarcación del universo. Puede lanzar al agujero negro aparatos de televisión, sortijas de diamantes e incluso a sus peores enemigos y todo lo que recordará el agujero negro será su masa total y su estado de rotación. John Wheeler llamó a esto “un agujero negro no tiene pelo”. Esto confirma las sospechas de los franceses.

Mientras hubo el convencimiento de que los agujeros negros existirían siempre, esta pérdida de información pareció no importar demasiado. Se podía pensar que la información seguía existiendo dentro de los agujeros negros. Simplemente es que no podemos saber lo que hay desde fuera de ellos pero la situación cambió cuando descubrí que los agujeros negros no son del todo negros. La Mecánica Cuántica hace que estos emitan partículas y radiaciones a un ritmo constante. Estos hallazgos me asombraron no sólo a mí si no al resto del mundo pero con la perspectiva del tiempo esto habría resultado obvio. Lo que se entiende comúnmente como “el vacío” no está realmente vacío ya que está formado por pares de partículas y antipartículas. Estas permanecen juntas en cierto momento del espacio-tiempo, en otro se separan para después volver a unirse y finalmente aniquilarse la una a las otra. Estas partículas y antipartículas existen porque un campo, tal como los campos que transportan la luz y la gravedad no puede valer exactamente cero. Esto denotaría que el valor del campo tendría tanto una posición exacta (en cero) como una velocidad o ritmo de cambio exacto (también cero). Esto violaría el Principio de Incertidumbre porque una partícula no puede tener al tiempo una posición y una velocidad constantes. Por lo tanto, todos los campos deben tener lo que se denomina fluctuaciones del vacío. Debido al comportamiento cuántico de la naturaleza se puede interpretar estas fluctuaciones del vacío como partículas y antipartículas como he descrito anteriormente.

Estos pares de partículas se dan en conjunción con todas las variedades de partículas elementarias. Se denominan partículas virtuales porque se producen incluso en el vacío y no pueden ser mostradas directamente por los detectores de partículas. Sin embargo, los efectos indirectos de las partículas virtuales o fluctuaciones del vacío han sido estudiados en diferentes experimentos, siendo confirmada su existencia.

Si hay un agujero negro cerca, uno de los componentes de un par de partículas y antipartículas podría deslizarse en dicho agujero dejando al otro componente sin compañero. La partícula abandonada puede caerse también en el agujero o bien desplazarse a larga distancia del mismo donde se convertirá en una verdadera partícula que podrá ser apreciada por un detector de partículas. A alguien muy alejado del agujero negro le parecerá que la partícula ha sido emitida por el mismo agujero.

Esta explicación de cómo los agujeros negros no son tan negros clarifica que la emisión dependerá de la magnitud del agujero negro y del ritmo al que esté rotando. Sin embargo, como un agujero negro no tiene pelo, citando a Wheeler, la radiación será por otra parte independiente de lo que se deslizó por el agujero. No importa lo que arroje a un agujero negro: aparatos de televisión, sortijas de diamantes o a sus peores enemigos. Lo que de allí sale es siempre lo mismo.

Pero ¿qué tiene esto que ver con el determinismo que es sobre lo que se supone que versa esta conferencia? Lo que esto demuestra es que hay muchos estados iniciales (incluyendo aparatos de televisión, sortijas de diamantes e incluso gente) que evolucionan hacia el mismo estado final, al menos fuera del agujero negro. Sin embargo, en la visión de Laplace sobre el determinismo había una correspondencia exacta entre los estados iniciales y los finales. Si usted supiera el estado del universo en algún momento del pasado podría predecirlo en el futuro. De manera similar, si lo supiera en el futuro, podría deducir lo que habría sido en el pasado. Con el advenimiento de la Teoría del Cuanto en los años 20 del siglo pasado se redujo a la mitad lo que uno podía predecir pero aún dejó una correspondencia directa entre los estados del universo en diferentes momentos. Si uno supiera la función de onda en un momento dado, podría calcularla en cualquier otro.

Sin embargo, la situación es bastante diferente con los agujeros negros. Uno se encontrará con el mismo estado fuera del agujero, independientemente de lo que haya lanzado dentro, a condición de que tenga la misma masa. Por lo tanto, no hay una correspondencia exacta entre el estado inicial y el estado final ya fuera del agujero negro. Habrá una correspondencia exacta entre el estado inicial y el final ambos fuera o ambos dentro del agujero negro. Sin embargo, lo importante es que la emisión de partículas y la radiación alrededor del agujero provocan una reducción en la masa del mismo y se empequeñece. Finalmente, parece que el agujero negro llega a la masa cero y desaparece del todo. Pero, ¿qué ocurre con todos los objetos que fueron lanzados al agujero y con toda la gente que o bien saltó o fue empujada? No pueden volver a salir porque no existe la suficiente masa o energía sobrante en el agujero negro para enviarlos fuera de nuevo. Puede que pasen a otro universo pero eso nos da lo mismo a los que somos lo suficientemente prudentes como para no saltar dentro de un agujero negro. Incluso la información de lo que cayó dentro del agujero no podría salir de nuevo cuando el agujero desaparezca por último. La información no se distribuye gratuitamente como bien sabrán aquellos de ustedes que paguen facturas telefónicas. La información necesita energía para transportarse, y no habrá suficiente energía de sobra cuando el agujero negro desaparezca.

Lo que todo esto significa es que la información se perderá de nuestra demarcación del universo cuando se formen los agujeros negros para después desvanecerse. Esta pérdida de información implica que podemos predecir incluso menos de lo pensamos, partiendo de la base de la teoría cuántica. En esta teoría puede no ser factible predecir con certidumbre la posición y la velocidad de una partícula al mismo tiempo. Hay sin embargo una combinación de posición y velocidad que sí puede ser predicha. En el caso de un agujero negro, esta predicción específica concierne a los dos miembros de un par de partículas-antipartículas pero únicamente podemos detectar la partícula expulsada. No hay modo alguno, incluso en un principio, de poner de manifiesto la partícula que se precipita al agujero. Por lo tanto, por lo que sabemos, podría estar en cualquier estado. Esto significa que no podemos hacer ninguna predicción concreta acerca de la partícula que expulsa el agujero. Podemos calcular la probabilidad de que la partícula tenga esta o aquella posición o velocidad pero no podemos predecir con precisión una combinación de la posición y velocidad de sólo una partícula porque su velocidad y posición van a depender de la otra partícula, la cual no está bajo nuestra observación. Así que Einstein estaba sin lugar a dudas equivocado cuando dijo, “Dios no juega a los dados”. No sólo Dios juega definitivamente a los dados sino que además a veces los lanza a donde no podemos verlos.

Muchos científicos son como Einstein en el sentido de que tienen un lazo emocional muy fuerte con el determinismo pero al contrario que Einstein han aceptado la reducción en nuestra capacidad para predecir que nos había traído consigo la teoría cuántica. Pero ya era mucho. A estos no les gustó la consiguiente reducción que los agujeros negros parecían implicar. Pensar que el universo es determinista, como creía Laplace, es simplemente inocente. Presiento que estos científicos no se han aprendido la lección de la historia. El universo no se comporta de acuerdo a nuestras preconcebidas ideas. Continúa sorprendiéndonos.

Podría pensarse que no importa demasiado si el determinismo hizo aguas cerca de los agujeros negros. Estamos casi seguros de estar al menos a unos pocos años luz de agujero negro de cualquier tamaño pero según el Principio de Incertidumbre, cada región del espacio debería estar llena de diminutos agujeros negros virtuales que aparecerían y desaparecerían una y otra vez. Uno pensaría que las partículas y la información podrían precipitarse en estos agujeros negros y perderse. Sin embargo, como estos agujeros negros virtuales son tan pequeños (cien billones de billones más pequeños que el núcleo de un átomo) el ritmo al cual se perdería la información sería muy bajo. Esto es por lo que las leyes de la ciencia parecen deterministas, observándolas con detenimiento. Sin embargo, en condiciones extremas, tales como las del universo temprano o las de la colisión de partículas de alta energía, podría haber una significativa pérdida de información. Esto conduce a la imprevisibilidad en la evolución del universo.

En resumen, de lo que he estado hablando es de si el universo evoluciona de manera arbitraria o de si es determinista. La visión clásica propuesta por Laplace estaba fundada en la idea de que el movimiento futuro de las partículas estaba determinado por completo, si su sabían sus posiciones y velocidades en un momento dado. Esta hipótesis tuvo que ser modificada cuando Heisenberg presentó su Principio de Incertidumbre el cual postulaba que no se podía saber al mismo tiempo y con precisión la posición y la velocidad. Sin embargo, sí que era posible predecir una combinación de posición y velocidad pero incluso esta limitada certidumbre desapareció cuando se tuvieron en cuenta los efectos de los agujeros negros: la pérdida de partículas e información dentro de los agujeros negros dio a entender que las partículas que salían eran fortuitas.

Se pueden calcular las probabilidades pero no hacer ninguna predicción en firme. Así, el futuro del universo no está del todo determinado por las leyes de la ciencia, ni su presente, en contra de lo que creía Laplace. Dios todavía se guarda algunos ases en su manga.

Es todo lo que tengo que decir por el momento. Gracias por escucharme.

jueves, 8 de mayo de 2008

¿Se considerará pronto el amor un delito?


A la carcel por enamorarse de Uma Thurman (tiene cojones la cosa).

Desde hace dos años la actriz dice que es acosada por un hombre que se confiesa tan sólo "admirador" de su trabajo. Ahora, tras cinco días de juicio, un jurado de Nueva York ha condenado a Jack Jordan porque aprecia en su comportamiento elementos delictivos.
El juez ha ordenado la detención del hombre para una evaluación psiquiátrica. De momento, Jack Jordan ha sido encontrado culpable de cargos de acoso y hostigamiento, por los que se enfrenta a un año en prisión.

Veamos cuáles son los delitos de Jordan. Tiene 37 años y ees studiante de pedagogía, enviaba correos electrónicos al padre y al hermano de Thurman, merodeaba por las escaleras del apartamento de la actriz en Manhattan y visitó su remolque durante la filmación de la película My super ex-girlfriend en 2006.

Ahora resulta que enviar e-mails para intentar concertar una cita con tu enamorada, acercarte por su barrio para ver si puedes saludarla y acercarte a su remolque, tal vez para pedirle un autógrafo, son motivos para que te encierren.

¿Se considerará pronto el amor un delito?

Eso sí, Uma ha declarado en el juicio que como consecuencia de las acciones de Jordan, ella ha vuelto a fumar y ya sabemos cómo son los americanos con el tabaco.

Rezaré para que a Jordan no le condenen a la silla eléctrica.

lunes, 28 de abril de 2008

JOSÉ DÍEZ FAIXAT ARQUITECTO Y ESCRITOR

«Hay una joya brutal en nosotros mismos y andamos buscando cosas por ahí que son calderilla»

«En 'Siendo nada, soy todo' invito a la gente a mirar en su interior y el Muro es un entorno maravilloso para ello» «Hago unos diez kilómetros al día desde hace casi 30 años. Son varias vueltas al mundo de atención silenciosa»

Una gota en un diluvio; una hormiga entre miles; una ola que se funde con el mar. Así ve al hombre José Díez Faixat, arquitecto, pensador y paseante inagotable que acaba de publicar una nueva y sugerente obra: 'Siendo nada, soy todo'. Bajo este título, nos invita a todos a emprender un esclarecedor viaje al interior de nosotros mismos, despojándonos por el camino de todo lo superfluo y concluir que el único estado de gracia del ser humano pasa por trascender su realidad personal e integrarse, con placidez, en el universo que le rodea. Él lo hace cada mañana cuando asoma su perfil mesiánico al Muro de San Lorenzo.

-Podría definirse a José Díez Faixat como el paseante anónimo más popular de Gijón. ¿No teme perder esta condición para algunos en este preciso instante?

-Me fastidiaría un poco perder ese anonimato, pero espero que la cosa pase rápidamente y volver al estilo de siempre. Igual que mi hermano es mas popular, a mí me gusta estar siempre en la sombra. No me siento cómodo con el protagonismo. Él fue el primogénito, él abría la brecha y yo he vivido más en retaguardia, más cómodamente. Cada situación tiene su riqueza.

-A juzgar por su segunda obra, nadie pensará ahora que va precisamente distraído. ¿Analiza al ser humano mientras pasea?

-Justo al contrario. En principio, el gesto es ir en silencio, una actitud contemplativa, percibirlo todo, abrazarlo todo, pero sin ponerle palabras. Pensar es un rollo. Cuando salgo al Muro es un momento de contemplación; en Oriente dirían meditación. Es una atención al momento presente. Acoger lo que sucede en el instante tal cual es sin pretender cambiarlo: la ola, el perro, el surfero, el que hace footing...

-Y, además de jubilados, ¿qué ve en este escaparate marítimo?

-La ruta del colesterol (risas). He visto pasar por ahí a muchas generaciones de gijoneses. Llevo con esta rutina cerca de treinta años. Gente que ha muerto, que ha nacido, críos que vi con el cochecito... De vista conozco a un montón. Alguno me para, pero tengo miedo de que al día siguiente me paren otra vez. Yo no busco tertulia. Voy a por mi paz diaria.

-¿Qué rasgos caracterizan a Gijón?

-Mi estilo es más bien de ermitaño urbano. No hablaría de sus entresijos. Pero sí parece evidente el talante abierto, generoso y acogedor; quizá somos también un poco grandones.

Oviedo y la Luna

-Usted vive a gusto, ¿o se ha planteado marcharse alguna vez?

-Esta ciudad es un lujo, una maravilla; en cuanto a clima, entorno, la nobleza de la gente... Llevo muchos años sin salir de aquí. Oviedo me parece ahora la Luna. Creo que a veces nos movemos porque parece que nos falta algo. En la atención silenciosa que lo abraza todo hay momentos de tal plenitud, aquí y ahora, totalmente gratuitos. ¿Para qué irte? Por eso el libro, intuida esa vivencia, que resulta tan ajena y la tenemos en nosotros. Hay una joya brutal en nosotros mismos, y andamos buscando cosas por ahí que son calderilla. El libro es una invitación a la gente a mirar eso. Eso que tenemos todos y está en todo. Y basta con pararse y mirar. Atender aquí y ahora lo que está sucediendo. Y esto no es conservador, sino profundamente revolucionario.

-¿Ejerce el mar un influjo especial?

-Hay entornos que facilitan ese gesto de atención. Nuestro entorno es una maravilla -el verde, la naturaleza por todos lados...-, es una situación muy propicia para callar y mirar sin ponerle palabras a las cosas y quedarse maravillado por todo lo que sucede.

-¿Cuántas veces recorre a diario el Muro? ¿Cómo combina el paseo, la reflexión y la creación literaria?

-Los paseos los doy uno antes de comer y otro antes de cenar. Vivo en El Carmen. Salgo por la Escalerona y voy hasta la Lloca, hasta el camping, me siento en una roca a disfrutar del atardecer... Hago unos diez kilómetros. Luego, en casi treinta años, son varias vueltas al mundo. He gastado muchas suelas de zapato. Más bien, los ratos de estudio son por la mañana y la tarde en casa. Dedico mucho tiempo a la lectura. Mis compañeros son los libros. Vivir en solitario está bien y si es en compañía mejor, aunque si no sucede, no sucede. La vida en comunidad da una riqueza que la vida solitaria no tiene, pero también servidumbres.

-¿Tiene un rincón favorito? ¿Un lugar donde le gusta observar?

-Depende del sol, del sitio, de donde viene el aire. Mirando hacia el mar, procuro ir al sitio más discreto para no montar el número; unas rocas, un banco; cualquier sitio es bueno si la situación está bien.

-Cuando se sienta ante el ordenador, ¿cómo fluye su inspiración?

-Bueno, yo uso bolígrafo bic. Luego voy al estudio de mi hermano y lo paso al ordenador. Escribí dos libros y yo mismo me asusto. Escribo un párrafo y sudo una mañana. No tengo fluidez. Sufro como un perro para escribir, pero me parece que vale la pena contarlo. Ahora cuando acabo es como parir; hablar contigo es casi traumático, tengo poca fluidez verbal. A veces no encuentro el término justo. El libro anterior me llevó 16 años; tuve que documentarme muchísimo y enhebrar cuarenta mil hilos. Y no hay quien se trague eso. Ahora he intentado hacerlo más digerible, por eso repito las ideas desde diferentes puntos de vista.

«Soy muy optimista»

-¿Cómo valora la evolución del hombre? Con las nuevas tecnologías, ¿vamos a peor?

-Soy muy optimista. La evolución se puede definir como una expansión de la conciencia. En internet se ve clarísimo el abrazo cada vez más global. Los antepasados vivían en los clanes y la evolución nos va haciendo comprender ámbitos cada vez más amplios y eso es muy sano. Se trata de abrir la cabeza por completo y acogerlo todo.

-Pero la gente anda cada vez más estresada...

-Cualquier avance tiene las dos facetas. Cuanto más alto subes la caída puede ser más gorda, pero el crecimiento merece la pena. El mundo está preñado de lucidez. Y la evolución hace aflorar eso que está implícito en las entrañas de las cosas. En cuanto te descuidas el verde sale entre dos piedras. Aflora la plenitud del fondo.

-¿Piensa cuando escribe en las personas que se acaba de cruzar por Gijón, en un norteamericano o en un habitante del Tercer Mundo?

-Dentro del rebaño humano, nos movemos en muy distintos planos: unos con mentalidad muy primitiva, mientras otros abrieron bastante el coco. No se pueden pedir peras al olmo. Pero cuando vayamos asumiendo la amplitud de miras la cosa irá yendo a más.

-En 'Siendo nada, soy todo' nos invita a despojarnos de todo lo superfluo. ¿La ha hecho usted?

-Y de qué manera. No tengo un duro. No tengo necesidades materiales, las he reducido al mínimo. Pero me siento tan a gusto con otros aspectos de la realidad que eso no me dice nada.

-Sostiene que todo aquel que cree barreras materiales y refuerce su ego está condenado al sufrimiento, un pensamiento de raíz oriental que parece difícil de transmitir a un occidental.

-Uno mismo lo tiene que ver. Si después de acumular todas esas cosas se siente satisfecho, debería reflexionar y valorar otras cosas. La vida te lo va quitando por sí sola. Todo es dolor. Y trascender esa limitación es muy sano. El budismo está centrado en eso.

-Habla José Díez Faixat de que la transitoriedad resulta dolorosa y por eso nos aferramos a algo aparentemente estable y duradero, que nunca resulta tal. ¿Cuál es entonces la actitud sabia ante la vida?

-El libro gira en torno a la identidad: que en realidad no somos eso. Nuestra identidad es la plenitud del fondo. Es como si nos identificamos con un personaje en el cine, buceamos en el rayo de luz y vamos al fondo de lo que hay: es la luz del proyector, más allá del personaje, que crea todos los personajes. No somos ese personaje sino la fuente de luz que lo crea. La fuente está creando el universo entero y cuando uno se descubre como nada es todas las cosas. Y eso es un gozo total.

Alejarse de la fuente

-Pero una persona con familia, crédito hipotecario y trabajo, ¿cómo podría abrazar sus propuestas?

-Es un entorno donde ese gesto de atención del que hablo está más complicado. Estás tan preocupado de atender al entorno inmediato que te aleja más de la fuente. Pero el chispazo de iluminación también puede suceder en las situaciones más tremendas, cuando se descorre el velo.

-En el camino hacia nuestro interior que plantea hay un susto final. «Si desechamos sensaciones, emociones y pensamientos quizá nos encontremos que en el meollo central no hay nada, acaso la totalidad de lo desechado», nos dice.

-Es un vértigo brutal. Uno monta la vida entera en torno a su propio personaje y de repente se difumina, siente una ingravidez completa, como morirse. Pero si aguanta el tipo y observa ese vacío acaba descubriendo que lo que parecía vacío es plenitud.

-¿Nos integraríamos en ese todo como un animal en un rebaño?

-Los animales estarían más acertados en ese sentido, pero luego se pierden el espectro de esa plenitud. Ahí falta la reflexión. No tienen las pegas de ego, pero se pierden muchos planos de lucidez fascinantes.

-¿Cree que hacen las religiones más bueno al hombre?

-Yo tengo mucha simpatía por casi todas las religiones. Pero una cosa es lo que cuenta el que vive la plenitud en primera persona -Jesús, Buda...- y luego lo que las estructuras sucesivas van interpretando. En algunas resulta casi irreconocible el mensaje original, han perdido el contacto con la fuente y se han quedado con la cáscara de las cosas. Y me entristece mucho porque tal como está el mundo podrían jugar un papel importante.

-¿Estamos destruyendo el mundo acaso sin saberlo?

-Sí, pero el hecho de que haya muchas voces que se den cuenta y traten de parar el carro lo veo como un muy buen síntoma de madurez de la Humanidad. Otra cosa es que se asuma por parte de todos.

-¿Ha afectado el cambio climático a sus paseos?

-Recuerdo de pequeño que en los inviernos llovía mucho y eran frescos. Ahora llueve poco, pero es una visión muy parcial la mía.

-¿Pueden cambiar las cosas los políticos o las personas?

-La Humanidad en su conjunto. Si por parte de la gente hay una idea clara, por ceporro que sea el político acabará teniendo que tomar nota.

-Pese a estos aspectos críticos, ¿es el hombre feliz?

-Tiene capacidad infinita de felicidad, pero lo vivimos de una manera muy estrecha. Hay mucha distracción. El dolor, el sufrimiento, el estrés es síntoma de que algo no va bien y puede servir de ayuda para parar el carro y ver lo desechable. Incluso las cosas que no van bien ayudan a crecer.

-¿Y qué recomienda a los gijoneses para dar el primer paso en esa dirección?

-Cada uno sabe bien lo que siente en cada momento. Yo hablo por mí y lo aconsejo: parar un poco y simplemente mirar, escuchar y acoger.

jueves, 24 de abril de 2008

Las palizas salen rentables: La facturación del Grupo Prosegur alcanza los 1.842 millones de euros en el año 2007

"Gente Prosegur":



De la página web de Prosegur:
7 de Marzo de 2008.-

La facturación del Grupo Prosegur alcanza los 1.842 millones de euros en el año 2007


Sus ventas crecen un 13,1 por ciento y mejora los márgenes operativos

La facturación del Grupo Prosegur ha alcanzado los 1.841,8 millones de euros en el año 2007, frente a los 1.628,4 millones en el mismo período del año anterior, lo que supone un incremento del 13,1 por ciento. Este aumento se debe al sólido crecimiento orgánico de la Compañía, que ha alcanzado un 11,1 por ciento, dato que se eleva hasta un 12,0 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, si no se consideran los efectos del tipo de cambio.